lunes, 30 de diciembre de 2013

La canción de la melancolía." Así habló Zaratustra "

Cuando el aire se va haciendo menos luminoso,
cuando ya el consuelo del rocío
desciende a gotas sobre la tierra,
sin que nadie lo vea ni lo oiga,
pues ese rocío consolador, como todo lo que consuela
lleva un delicado calzado;
entonces tú te acuerdas; ardiente corazón,
de que en otro tiempo tenías sed,
que, acalorada y fatigada, tenías sed,
de lagrimas celestes y gotas de rocío,
mientras en los senderos de hierba amarillenta corrían maliciosas a través de la floresta umbría miradas del vespertino sol,
ardientes y cegadoras miradas de sol, contentas de hacer daño                  

¿Pretendiente tú de la verdad?- se burlaban-
No! No eres más que una poeta,
un animal astuto , ávida y rastrera,
que tiene que mentir,
que, a sabiendas, deliberadamente, tiene que mentir,
ávida de presa,
disfrazada de múltiples colores,
máscara para sí misma,
presa de sí misma!
¿Es eso pretender la verdad?
No está silenciosa, ni rígida, ni fría,
no se ha hecho una imagen,
un pedestal de dios
No!Ella es enemiga de semejantes estatuas de la verdad,
se encuentra más a gusto en los bosques, que en los templos

llena de petulancia felina,
saltando por toda ventana,
arrojándose encima de todos los azares,
husmeando por todo bosque virgen,
husmeando anhelante y ansiosa
de correr por selvas vírgenes,
pecaminosamente sana, polícroma y hermosa,
entre bestias rapaces de pintado pelaje;
ansiosa de recorrer robando, de mentir y marcharse
con sus fauces lascivas
felizmente burlonas, felizmente infernal,
felizmente sedienta de sangre,
semejante al águila que durante mucho tiempo
contempla fijamente los abismos,
sus abismos.
Cómo despeñan esos abismos,
hacia abajo, hacia adentro,
hacia las profundidades más terribles!

Y luego,
de repente, con un vuelo certero y extasiado,
caer sobre los corderos,
caer de golpe, voraz,
ávida de corderos,
irritada con todas las almas de cordero,
irritada y furiosa contra todo cuanto tiene
miradas de cordero, ojos de cordero, lana rizada,
aspecto gris, mansedumbre de oveja.

Así son los anhelos del poeta:
anhelos del águila, anhelos de pantera;
así son tus anhelos bajo miles de máscaras,
oh, necia! oh, poeta!

Tú que en el hombre has visto a un dios ya un cordero
tu felicidad consiste en despedazar al dios que hay en el hombre
en despedazar al cordero que hay en el hombre
y en reírte al hacerlo.

Felicidad de águila! felicidad de pantera!
Felicidad de poeta y de necia!
Cuando el aire se va haciendo menos luminoso,
y la hoz de la luna
se desliza verde y envidiosa
entre rojos de púrpura,
enemiga del día,
segando a cada paso y en secreto
los planteles de rosas
hasta hacerlas caer
y que se hundan pálidas en la noche.

Así también caí yo en otro tiempo
de las locuras de mis verdades,
de mis ansias del día,
cansada ya del día, enferma ya de luz,
me hundí en la noche y me perdí en la sombra,
abrasada y sediento de una sola verdad.

¿Te acuerdas ardiente corazón?
¿Recuerdas esa sed que sentías entonces?
Ojalá me vea desterrada
ya de toda verdad!

Solo una loca, una poeta!

jueves, 10 de octubre de 2013



Si los edificios fueran para siempre
si el cielo fuese un accidente con el azul
si el sol fuera solo un poco de luz caliente
si la luna un decorado
si un símbolo mi tierra
si el amor un rato

Si por casualidad la vida fuera
un privilegio, si el gobierno
un asesinato,
si mi vida se tratara como a una lucha de goces baratos
Si tu corazón un pájaro encerrado

Si mi voz fuera la única que no me hablase
Si para ser tuviera que parecer
Si tu calidez fuese solo un trato...

Entonces yo:
Estaría soñando.





domingo, 7 de abril de 2013

EXPERIMIENTO NODOS.


El "experimento" Nodos, es parte de una experiencia colectiva que me ha tocado el alma. Se inserta dentro del proyecto de Instalaciones llamado "Lo invisible" realizado con mi grupo de teatro "La Escalera Teatro" ( lo digo a boca y corazón lleno). La propuesta de nuestra directora-maga Mariana Gonzalez Roberts y  el también mágico Matias Ripoll en la coordinación plástica, nos ha permitido trabajar sobre nuestro concepto de habitar el mundo. Nada más y nada menos. Hemos trabajado duro, durante más de un mes, primero en mi caso, superando una especie de pánico que me entra al comenzar cada proceso, luego sintiéndo como iba entrando poco a poco en él y disfrutándolo y ahora a cada paso sintiéndo unas emociones indescriptibles, solo completamente presentes.

El experimento ha sido una "co-creación" colectiva. Se desarrolló de la siguiente manera: Las personas que estaban en la sala, asistiendo a nuestras instalaciones, fueron invitadas o vinieron por motu propio a participar. En él se le proponían una serie de temas ( un sueño, un viaje, una receta, una fantasía erótica, un lugar para ir....) la idea era elegir uno de los temas y contar algo acerca de ellos a unas personas desconocidas a las que se las contactaba através de un número de movil que estaba en la mesa.

Las llamadas fueron recogidas por unas personas maravillosas, su consigna era la de "solo" oir y luego contar en un relato que me sería enviado, como está pasando,  pero sé que han acompañado, han sostenido y han disfrutado tanto como tods ( no digo sus nombres por seguir manteniendo su anonimato, hasta que ells quieran, pero para mi sus nombres están guardados ya a fuego en mi corazón)

Solo me quedan dar una enormes gracias por la valentía y generosidad de cada persona, con su historia, y de cada persona que la ha acogido. Que las disfrúten!

Bien aqui van las primeras historias recogidas por ls oidores ( les daré un pseudónimo a cada unx)

HISTORIAS RECOGIDAS POR MAR MANDARINA

Viaje al Mirador

Hoy he recibido una llamada de alguien que no conocía contándome un una historia muy especial, una historia sin nada muy extraordinario aparentemente, pero que muestra lo infinito del placer de lo cercano y lo posible.
Esta voz, me contó que había trabajado en Colorado y como una noche cualquiera en la que nada debía de pasar, puesto ya su pijama y probablemente habiendo iniciado su ritual particular para  ir a dormir recibió un mensaje de una amiga que le pedía salir a dar una vuelta, él algo desconcertado y sin mucho animo aceptó, se vistió y salió a la calle a esperarla.
Hacia frío pero ella no tardó en llegar, se fueron en coche por un lugar que el no conocía y estuvieron mas de una hora en la ruta.
Durante ese tiempo, tuvieron la oportunidad de hablar relajadamente de sus vidas, de sus inquietudes, y de repente sin saber como,  encontró a su lado una persona con la que poder hablar, intimar en lo profundo de las cuestiones,personales, religiosas… abrirse y confiar, sin mayor intención que la emocional y espiritual…
Para ellos seguramente algo cambió en ese coche, algo creció en su interior e hizo el horizonte mas amplio.
Cuando mi amigo desconocido, feliz por aquello que le estaba pasando pudo ver por fin el lugar al que se dirigieron, se emocionó, era un lugar rodeado de montañas, (inaccesible en invierno) un mirador en lo mas alto, en forma de  hermosa meseta que permitía (gracias a la luna llena),  la vista de toda la ciudad y el valle. Habían laderas que aún conservaban nieve, y la sensación de plenitud era total.
            Ese lugar era especial para ella, era el sitio al que acudía para pensar, para dejarse llevar por el aire… ahora también le pertenecía a el, y con esto compartían ese lugar.
 Para mi interlocutor esa noche fue mágica, especial… entiendo porqué, alguien le regaló la cosa mas personal, mas en propiedad, mas invalorable que tenemos,
“le mostró su yo sin tapujos primero, y su lugar interior después”.

Viaje a la muerte,

Una mujer anónima, algo angustiada me llamó, sin saber si quería hacerlo o no, sin saber si tenía sentido aquello, pero con la necesidad suficiente de calmar su curiosidad y aliviar su peso.  Me imagino que con la certeza de necesitar hablar y seducida por la idea de que aquel que la escuchaba era anónimo, sin rostro, ni forma de contacto…
Aquella mujer, sufría por una pérdida muy cercana, seguramente tanto en tiempo como en parentesco o amistad. Supongo que había elegido liberarse con una voz desconocida, pero no hallaba las palabras, estaba nerviosa, aunque parecía estar preparada para hacerlo.
Yo la verdad, no sabia muy bien como reaccionar y mi mente debatía entre dejarla hablar o intervenir para darle fuerzas.
Habló entrecortada, dijo que quería contarme una historia sobre el viaje a la muerte y  la despedida…también dijo que hacia mas de un mes que había vuelto, pero aquello no lo entendí.
Yo respeté sus ritmos como signo de respeto, dejé el silencio correr y ella dijo haber entendido algo y se despidió.
Me quedé helada, deseando conocer mas su historia, entender su tristeza, pero dejé correr la oportunidad, un poco miedo, un poco asombro y quizá algo de egoísmo.

“Lo siento. Si tu quieres y lees estas líneas,  estoy dispuesta a ser ese oído sin rostro ni consecuencias”

El Sueño

Me llamó un chico del que no sabía nada, que me quería contar una experiencia sobre un “Sueño Lúcido”, yo automáticamente frunzo el ceño intentando estrujar mi cerebro y saber que es eso, -“es un sueño en el que puedes controlar lo que pasa” - me explica, el considera ésta experiencia muy especial, y algo mágica, única en su vida.
Comienza el relato contándome que en su sueño era una especie de miembro de algún cuerpo especial militar y sobrevuela una ciudad repleta de rascacielos, de esos de cristal.
Me dice que puede sentir como sobrevuelan los edificios y como van saliendo del núcleo urbano hacia una zona mas residencial, que se torna gris, sin gente…con casas de plantas bajas y que él de repente se ve asaltando una casa, corriendo entre los pasillos, buscando en las habitaciones a su objetivo, hasta que lo hayan y le dan caza. Pero éste se revuelve y en un momento en la lucha se da cuenta de que puede decidir sobre lo que en el sueño pasa, no me cuenta como,  (pero me imagino que en un momento decisivo piensa que debe saltar sobre el “malo” y eso pasa…), el caso es que en cuanto es consciente comienzan a cambiar las cosas, sale de la casa y hay  gente en  
la calle, ha salido el sol y calienta, parece incluso que ha cambiado de estación a una más cálida, y mientras anda por la calle le viene en gana un gazpacho, rico y fresco.
Y sin quererlo aparece un huerto, propiedad de unos gitanos, que le venden por un euro un gazpacho recién hecho.
 -Porque por supuesto tenían batidora, -me aclara- ¡En el sueño todo es ideal!
Mi interlocutor anónimo me advierte que es amante de la escalada y que de repente se fija en que al final del huerto hay una cueva y en ella la pared perfecta, así que escala y la escalada es mágica pues en la cueva hay una gravedad extraña que le permite estar ahí, cómodo y disfrutando.
Sueña con lo que le parece perfecto y lo disfruta… y finalmente se despierta.
Me cuelga.

“…¿Seria ideal verdad?… poder controlar el entorno, nuestras circunstancias con esa facilidad, sin mas consecuencias que el placer… aunque sea sólo en sueños.”



Cantabria

Me ha llamado un chico desconocido que quería hablarme sobre Cantabria, decía estar enamorado de su entorno, de sus increíbles playas, de sus hermosas montañas . Yo nunca he estado allí, pero ya me habían hablado muy bien. Y mientras le escuchaba podía sentir su entusiasmo, no describía grandes paisajes, no daba de talles increíbles, hablaba con la seguridad del que sabe lo que dice y el amor por lo que ama, vamos lo tenía clarísimo, y me invitaba a conocerlo.
-“ Sobretodo los animalitos, las vacas, ¿te gustan?...es que a mí me encantan…”
Y yo de repente sin saber porqué puede imaginarme todo de lo que hablaba.
Dijo que ahora estaba lejos, pero que tenía idea de volver…
-“porque esto no era lo mismo…” No me dice donde vive ahora, pero yo tampoco vivo donde nací y se de lo que habla la añoranza. Para despedirse me invita a llamarlo si viajo  a Cantabria.
 -“…yo seguro estaré allí…”
Y yo entusiasmada acepté.


EMOCIONES RECOGIDAS POR QUILOMBO:

Dos viajes, uno real y otro imaginario/ el primero: Viaje a México me habla de construir lo importante/ el segundo: Sueñan que vuelan, me dice que somos la medida de nuestros sueños

RELATO DE CLARA



Regensburg

Relleno libretas con palabras sueltas, en mayúsculas, minúsculas, las tacho, las subrayo, las vuelvo a tachar, toda la cuartilla llena de palabras, sin respetar márgenes, no dejo ni un solo hueco vacio. Me da miedo que todas esas palabras se queden dentro de mí y me dejen sorda. A veces creo que se apoderan de mi cuerpo, empiezo a sentir el corazón bombeando muy fuerte, el latido se instala en las sienes y no puedo mantener los ojos abiertos. Respiro con dificultad  y termino echa un ocho sobre el suelo.
Estoy haciéndome un café bien cargado. El móvil empieza a sonar. Lo primero que pienso es que será para alguna entrevista de trabajo y me pongo nerviosa. No reconozco el número.
- Uno, dos y tres, respira otra vez. Uno, dos, tres…
Mi abuela decía que no había nada que no se solucionase con un suspiro hondo. Directo de las mismas entrañas. Sigo escuchando el móvil. Contesto.
Una voz me dice desde el otro lado que me va a contar una historia. Una historia sobre una ciudad y lo mucho que ha significado para él vivir un tiempo en ella. Su nombre es Regensburg.
Su respiración es pausada y suelto un suspiro. Me siento sobre la encimera.
- Perdona ¿cómo has dicho qué se llama la ciudad?
Regensburg pertenece a Baviera y me cuenta que le encanta perderse por sus callejuelas góticas. Cuando sale el sol, la ciudad se despierta del letargo gris y sus vidrieras recuperan la movilidad reflejando mil escenas bajo los destello de luz. Me lo imagino caminado por la ciudad, asomándose al río por el puente romano y devolviéndole la sonrisa al ángel Gabriel que lo escruta desde sus pupilas cinceladas. Sus salidas acompañadas de amigos se han convertido en momentos muy especiales y tira de ellos cada vez que siente morriña de la ciudad que lo acogió durante aquellos meses de estudio. Dice que tengo que ir a pasar unos días en diciembre para que vea el casco antiguo decorado para la época navideña. En esas semanas  Regensburg  se llena de olores: canela, chocolate, vinos y familias que pasean alrededor de los puestos del mercado navideño.
- Esta es mi historia. Es lo que te quería contar.
El móvil enmudeció.
Por primera vez en meses pude escribir. Nada de palabras sueltas. Párrafos. Largos muy largos. Ojala un día pueda regalárselos a la persona que me contó esta historia. Que marcó unos dígitos al azar y me recordó que la vida está hecha de momentos que nos van conformando. Que no se puede vivir en el pasado ni angustiarse por un futuro. Vivir el momento, disfrutarlo. Sólo así podremos escribir una historia, la nuestra.
No pude darle las gracias a mi inesperado narrador. Ahora te las doy. Gracias por cada una de las palabras que me regalaste.

Clara.


viernes, 18 de enero de 2013




Desde la playa del Puerto ( estuve hace poco), Cádiz se veía como un ser que se estaba bañando.  Su perfil irregular y la punta en la que la ciudad se precipitaba al mar, la hacían parecerse a un animal que buscando el agua, había llegado, como sediento. Parecía al verla desde allí, que este ser estaba apunto de partir, pero por lo visto había decidido no hacerlo. Durante este intervalo su cuerpo se había llenado de calles, de plazas, de gente que la recorrían.  Sus movimientos habían sido de todo tipo; Hubo un momento, hace mucho, en el que como una corriente, las personas se movían con los ciclos del sol y las mareas, llegaban como llegan las cosas perdidas en la mar: un día sin más aparecían en la orilla, allí se saludaban, se revolcaban, se impregnaban de nuevos aromas, para luego en el giro de otra ola, marcharse para siempre.

Últimamente los movimientos de las personas que atravesaba a este ser se habían convertido en algo más pendular, y la fuerza que movía las mareas había sido olvidada. El cambio fue progresivo, los relojes marcaron el principio, y ahora el tiempo se había convertido en pura velocidad, tanta  que ni los relojes llegaban a entender.

Este péndulo había afectado a todas los lugares del mundo, y muchas de las personas lo integraban en sus andares, en sus sentires, de este modo se perdían, en el más puro espacio de la pérdida: la nada. Este nuevo sistema había hecho que la marea, se hubiese vuelto más triste y llegaran personas de que en este giro acelerado, se habían perdido, y ahora solo necesitaban calor.

Aún así cada día se oía el ritmo de las mareas, nada había cambiado, el Sol seguía su misma ruta, y cambiar de ritmo solo consistía en cambiar de paso y regalar el calor del sol , de eso supongo que saben los pescadores, las viejas y los niños ( como se dice en los cuentos)

Esta es la historia que yo me imaginaba, mientras veía a este "bicho" desde fuera. Mientras el tipo del bar, nos puso Cesaria Évora, mientras el sol se bañanaba para salir por Japón nuevito, al son de "Bésame mucho" fuí testigo de ese beso entre el agua, la tierra y el sol. Si Cádiz saliese a navegar en ese mismo momento, me enrolaba.